27 de Febrero, 2017.
Tigres dejó ir nuevamente puntos en casa contra un rival que en el papel no prometía ser complicado con su fútbol.
El juego de Morelia fue básico, desarticular el medio campo de Tigres para obligarlo a jugar por bandas y teniendo el balón, lanzar a Andy Polo y Ruídíaz para la generación de manos a manos contra Ayala y Juninho, o bien, la constante búsqueda de Cuero para el encaramiento con Advíncula, que sufrió por aquel lado.
Tigres tardó poco más de un tiempo para descifrar la forma en generar jugadas que llegaran al arco de Carlos Rodríguez. Las constantes fallas en pases de Ayala, Juninho y Dueñas, definían que tendría que ser Pizarro, en conjunción con Vargas, quienes realizaran las transiciones, o bien, ir por banda. Desde abajo la salida con Aarón Fernández fue efectiva, sabía bien con quién jugar y cuando, el juego con los pies es similar a lo que ofrece Nahuel. Por izquierda, Torres Nilo batalló para ir al frente como es su naturaleza, y Quiñónez generó poco por la constante caída de hasta 3 elementos de Morelia. El peruano, por la otra banda, no llegó siempre a fondo, frenaba por Sosa o su intercambio con Vargas cuando el argentino interiorizaba, sigue quedando la duda del porqué poner a Sosa ahí si su ritmo no combina con su calidad como falso 9, donde además, lo ve retribuido con goles. Mientras Ismael tome esa banda, será muy complicado que genere cosas importantes.
Pizarro limpió todo y ordenaba la salida como de costumbre por un lado o por el otro, dio bola a Gignac y Vargas y en general lo hizo muy bien. El chileno vuelve a colaborar saliéndose un poco de la función que lo tendría atado, ese pivote que genera para conjugarse con el mencionado Guido, Quiñónez o Sosa, ayuda a el esparcimiento y generación de espacios, los cuales no siempre aprovecha Tigres. Lo de Gignac también es bueno, sale a banda izquierda cuando Quiñónez interioriza, o busca por el centro cuando alguien más va por fuera (véase el gol).
La entrada de Zelarayán y Damián, dio pauta al juego por izquierda al 100%, de ahí se generó el gol, el anulado y demás jugadas casi al finalizar el encuentro. Quizá por decisión técnica o por el mismo juego, se equilibró sólo de aquel lado, pero se debió de haber intentado también por derecha una vez que Vargas quedó ahí o bien, intentar con Damm.
El siguiente juego define mucho en futuro de la institución, el juego contra Pumas definiría si se sigue el sueño del MDC o se esfuma nuevamente. Después le sigue el juego en Puebla, con un equipo que quiere salvarse de bajar de categoría y lo hace con buen fútbol, lo demostró el domingo en Toluca. Dejémoslo todo por tratar de seguir a Tigres en cada cancha, visita o local y que sigan esos dos sueños intocables.
