15 de Agosto, 2016.
Se fue la quinta fecha y con ello críticas positivas y negativas en demasía y con fundamentos para el fútbol de Tigres.
Con el margen de lo visible por las estadísticas, varios adjudican al equipo como fuerte y sobrio en la parte defensiva y otros, un tanto débil y monótono a la ofensiva. Como ocasionalmente lo decimos, el fútbol es subjetivo, y no por ello quiere decir que exista sólo una verdad, el fútbol de Tigres no es malísimo, pero tampoco es perfecto, no roza ninguno de estos dos, quizá el error está en querer poner calificativos a lo que hace o deja de hacer en la cancha, pero acá queremos señalar lo más predecible que ha mostrado el equipo de San Nicolás sin alabanzas abismales ni críticas sin sentido.
En el juego contra Toluca, el parado no difiere, las formas de juego tampoco, ni en ofensiva ni en defensiva, lo que si cambió fueron las funciones de los jugadores en su mayoría. Abajo y donde empieza todo, Guido entra como un líbero en todas las jugadas, hace salir a Juninho por su izquierda y Ayala por su derecha para comenzar el juego, no es el argentino el que inicia ahora como lo solía hacer, sin embargo, los centrales no tienen la inteligencia de salida en corto-largo ni la movilidad ni juego para triangular con los interiores y laterales, esto hace que se busque entonces cualquier banda, para ello, Acosta y Jiménez suben correctamente (debido a lo que comentamos que Pizarro hace de central formando línea de 3) y el natural recorrido de Sosa y Aquino al centro, para que no se empalmen con sus laterales, pero no hay asociación entre ellos, ese trance de recorrido lo tuvo que hacer Zelarayán y Torres, y un poco de lo que generó Pizarro cuando iba él, y al llegarle la bola a los extremos por el centro, no hubo profundidad, no hubo amplitud por los costados. Estando la bola en 3/4 de Tigres (campo de Toluca) debió tomarla Zelarayán-Torres-Dueñas, como lo hicieron acertadamente en el Azteca y la semana anterior contra Jaguares los dos primeros, o bien, más asociación y mucha movilidad también, teniendo en cuenta que por estar en ese terreno de Toluca, el contrario te supera en número y la pasividad de Tigres por tener en mente primero replegar, cerrar y defender que asociar y atacar. Derivaciones de todo esto, influyen también sobre Gignac, se encuentra sólo, muy sólo, o también quien genera los contragolpes, vimos 3, uno conducía Aquino, otro Zelarayán y otro Damm, ninguno fructificó, esas jugadas lamentablemente no se trabajan a simple criterio de lo que vemos, de 3 jugadas ninguna concluyó siquiera en tiro al arco teniendo a varios de los mejores velocistas con balón del país.
Situaciones que tampoco se vieron fueron los tiros lejanos; la semana anterior se probó contra Chiapas en 8 ocasiones, no así ahora que para el primer tiempo sólo se remató 2 veces fuera del área. Opciones y espacios tuvieron, la cuestión es muy precisa ¿por qué no tirar si la mitad de los goles de Tigres en el torneo han sido fuera del área? Igualmente con la constante que cualquiera puede ver, el balón parado, no hacemos nada, ni siquiera se gana un sólo balón por alto, no sirve absolutamente de nada que vayan Juninho y Ayala porque no la buscan, menos tienen chances de rematar, y en esto llevamos años sin pintar exageración.
Regresando al control de la pelota, vemos peculiares movimientos que los responsables no tienen mucha idea de cómo hacerlo, porque no es su juego. El fútbol de Lucas Zelarayán es muy vistoso y atractivo para la tribuna, lo pueden corroborar quienes veían los juegos de Belgrano, pero acá no tiene esa función, lamentablemente Pizarro le exige que corra para estar entre el balón y la portería de Nahuel y no atrás del balón porque debe de cumplir como un interior, exigencias que correctamente hace el ex Lanús pero que Lucas no entiende por desubicación y porque ha jugado 15 años de forma diferente y hoy le piden que corra sin el balón en lugar de darle bola a él mismo, sucede en ocasiones lo mismo con Gignac y con Luis Quiñónez cuando entra. Similar lo de Dueñas a quien por posicionamiento, le obligan a ir hacia adelante cuando no tiene esas facultades (muy diferente a la buena pegada que tiene), hay que recordar que se comentó que Jesús Molina salió del equipo en su momento (MC) porque en básicas pujaba un “contención” muy bueno (J. Dueñas) quien jugó junto a Toledo en ocasiones, Salcido y Arévalo de contención precisamente, no de interior como ahora, no tiene vocación ofensiva y se le sigue metiendo ahí. Podríamos comentar lo mismo de Sosa, Gignac y Damm cuando entró, no es que sean malos jugadores, nada de eso, sino las funciones no son las que ellos desarrollan mejor, por eso mismo no pueden explotar totalmente.
Concluyendo la semana, se para el campeón en el Universitario con su cuarteta de jugadores que estuvieron en los olímpicos (R. Pizarro lesionado afortunadamente para nosotros), y con una racha de juego que impone en la cancha que pise. Será un juego codicioso en fútbol para las causas de este lindo deporte, pero no así podríamos augurar algo para Tigres debido principalmente a las funciones en las etapas de juego con las que se topen. Sin duda en la tribuna nos mataremos como siempre para buscar los 3 puntos, y con coherencia y buen fútbol cantarle al Auri “al frente Tigres al frente…”.
