30 de Enero, 2017.
Tigres cayó por segunda vez en la temporada. Una visita a Chiapas que se dificultó por la forma de juego del equipo de Bueno y la nula capacidad de definición de los de San Nicolás.
Vamos a dejar un par de puntos claros. Uno, fuera de toda declaración incongruente que se hace en diarios y en noticieros deportivos, Chiapas es un equipo con una idea clara de juego definida por Sergio Bueno y ejecutada eficientemente por los 11 en la cancha, que es muy diferente al calificativo de "buenos jugadores". Dos, diferencias entre un buen juego de Tigres y una mala calidad de definición, es decir, si Tigres mete 4 de las que tuvo, éste análisis seguiría siendo el mismo, ¿por qué? Porque en Libres y Lokos queremos hablar en torno al fútbol y no en base al resultado y concluir en “sentar a…” o “correr a…”, no vamos a vender a Tigres.
Siendo así, y definiendo estos puntos, apuntemos las diferentes fases de juego que tuvo el equipo. Primero, entendamos que las funciones de Sosa, Dueñas y Zelarayán cambiaron a lo largo del juego, inicialmente vimos el parado de 4-2-2-2, con pocos minutos en el juego, Sosa acompañaba a Lucas en la misma altura por carriles interiores, dejando sólo a Gignac en punta, esto favoreció en jugadas determinadas en las que ‘chuco’ mismo entraba por detrás, fallando dos clarísimas en el PT, o la incorporación de Damm para hacer el 1 contra 1, generalmente ganando el de Tigres, hasta concluir en el 3-3-4, seña clara que hace Quiñónez al entrar para que quedaran al mismo nivel de terreno, el colombiano, Damián, Sosa y Gignac, con Zelaraýan, Pizarro y Dueñas detrás de ellos y Juninho, Ayala y Torres Nilo en fondo.
Para la generación de juego, Tigres pierde mucho cuando no está Nahuel, Palos no comienza con esa idea de juego y tiene que pasar a metros más adelante con los centrales. El canterano quizá también pudo plantarse mejor en el gol, aunque, como se dijo en la reseña del partido anterior, sería mala la comparación entre el argentino y el mexicano por las propias características que cada uno tiene, sin embargo eso no justifica la nula participación de Enrique para el comienzo del juego. Los centrales no cortaron balones importantes por área, Juninho con una exacta colocación en la mayoría del juego, pero carente de velocidad, sin duda muy apreciado en el gol de Chiapas, y Ayala, inexplicablemente también falta de velocidad y capacidad para cortar jugadas del contrario. Quizá quienes más quedaron a deber fueron Dueñas y Torres Nilo por ambos costados. Jaguares desarticuló las bandas de Tigres, Damm pudo por derecha pero Aquino tenía que interiorizar si quería ser partícipe del juego, si fue así ¿por qué no se buscaba el apoyo de un tercer hombre en ataque por bandas (Dueñas-Torres Nilo)? Es inevitable el deseo por ver al peruano Advíncula por el sector derecho y su velocidad en ida y vuelta.
A Pizarro nada que recriminar, cuando él no iba a pedir el balón a Juninho o Ayala, era el ‘chino’ quien lo hacía, pero no se veía una estructura clara en ofensiva, tenía que ser el seleccionado quien iniciara las transiciones. Zelarayán cada vez mejor en la recuperación, pero falto de capacidad para las mismas transiciones que se acaban de comentar, y la misma distribución de la pelota. Lo de Sosa se dijo ya, jugó botándose correctamente para generar y dar más espacio a Gignac, sin duda nadie justifica sus fallas, pero de haber salido fino en definición, se hubiera dado otro resultado. El francés luchó hasta en la parte que no futbolística, pero con ese ímpetu y sensación de agresiones, nada le salió. Como comentamos, a Aquino y a Damm le cerraron todos los espacios posibles, Jürgen supo enfilar en varias ocasiones precisas por derecha y, siendo el mejor en ataque, se dispuso a salir por disposición técnica, un mal movimiento, y a Javier poco que rescatar, recibió poco apoyo y encaró poco.
Los cambios no fueron los más adecuados, aunque no había más opciones en ofensiva. Damián no entendió que debía ir por fuera, no desbordó y siempre buscó enfilarse en diagonal al área, Quiñónez igual, buscó más por en medio que por el costado, a ambos les contaron los balones perdidos en ataques peligrosos de Esqueda y compañía.
Es difícil comenzar con derrotas ante Atlas y Chiapas, pero tampoco caigamos en ridículas conclusiones de “no se tenían presupuestado perder esos encuentros”, no se tiene pensado perder ni uno sólo, pero el contrario juega, el apoyo de la Liga con Tigres fue pésimo al dar sólo un fin de semana de vacaciones y la sobrecarga de juego se llega a evidenciar en cierta medida, sabíamos que sería así, no hay que buscarle tanto.
Existe la desesperación del debut del chileno y del peruano, sin duda está por venir, y que ambos sean partícipes de la revolución de juego que, seguramente, estamos por ver, para poder buscar y pelar por el ansiado bicampeonato, todos juntos.
