18 de Agosto, 2016.
Tigres debuta en la Liga de Campeones de la CONCACAF con un resultado bueno y un juego óptimo y eficaz en términos generales. Si bien, se vieron múltiples imprecisiones, las trascendencias de juego y movimientos fueron lo mejor que presentó este cuadro alterno, sin titulares habituales pero con buen despliegue de fútbol.
Lo presentado no se alejó de lo que comúnmente vemos en la liga en formas, salvo los primeros 17 minutos donde se jugaba estrictamente con línea de 3 y los stoppers eran Herrera y Rivas, no así después de eso que salía a tapar Viniegra de muy buena actuación ayer. Al realizar esto, dejaban camino libre a Rodríguez y Torres Nilo por las bandas, nuevamente, el seleccionado de Río '16 carece de aporte ofensivo y 'Chaka' va muy bien al frente por fuera o con recorte al centro. En ese PT, jugaban delante de 'Kito', Dueñas y Silva, el México-americano fue el de más fuelle, destello y fútbol en esos primeros 45', movía correctamente a sus compañeros, hacía triángulos, y recorría de banda a banda, buscaba tiro y pisa muy bien la bola, fue quien bajó correctamente el balón y dejó sólo a Damm en esa jugada en el último minuto. Y adelante no se entendió nada de lo planteado en el 11 inicial, lo explicamos; no está mal que juegue Fernández, para nada, lo hizo bastante bien, pero resulta incoherente que durante el torneo, el segundo delantero en la lista es Julián Quiñónez detrás de Gignac y no se le de juego cuando no está el francés, muy seguramente es por las funciones que se buscaban con el colombiano cuando entró, que era pegarlo a la banda izquierda, como en su paso con Mérida, dejémoslo como el beneficio de la duda reiterando nuevamente que el paraguayo tiene con qué y lo hizo bien; mientras que por la banda izquierda, precisamente la que comentamos arriba, el top 3 del torneo anterior fueron Lozano, Aquino y Luis Quiñónez de Pumas, es inverosímil también que no se busque jugar de inicio con el colombiano y dejarle menos de 20 minutos, de éstos dos sudamericanos, no hace falta decir nada, tienen un fútbol de arranque en sus 45 grados verticales (centro, diagonal o arco rival) y la rapidez con o sin balón, es revulsiva con ambos. Los dos que iniciaron, Damm y Álvarez, apoyaron correctamente a sus laterales en el primer tiempo, no tanto así en los últimos 45' donde se vio inoperante esa ayuda que necesitaban Rodríguez y Torres Nilo y que costó el gol del empate de Herediano y las jugadas posteriores a éste, en los 15 minutos que le siguieron; y en términos de ofensiva, mal, principalmente Damián, nunca tuvo transición (a excepción de par de jugadas que intercambió de posición con Espericueta cuando entró), nunca recortó una sola vez fuera del área y perdió la mitad de los balones de Tigres, y en la banca se encontraba Quiñónez. Damm imprimió bastante velocidad, pero se le vio errático en la mitad de las opciones, generalmente levantaba la cara y no encontraba a nadie y ahí quedaba todo, no queda en recriminarle completamente a él, sino al movimiento faltante de los que le acompañaban arriba.
Lo mejor vino con el canterano Espericueta, no es para gritarlo al cielo, pero sin duda fue de los mejores ayer. Le dio pausa, realizaba correctamente las transiciones ofensivas por el centro, pisaba, miraba y lanzaba, y lo primordial fue el cambio de ritmo que imprimió, lo que le hace falta en ocasiones al equipo en general y que no daba Sóbis, Dueñas ni Torres y Zelaráyan lo ejecuta de poco en poco.
Para finalizar, queda cuestionar la labor de Enrique Palos, no maneja su área como debe de ser, ni siquiera la chica, y el juego con los pies no lo tiene, cabe la duda de saber si arriesgar resultados es bueno dado a la calidad que Guzmán tiene y no le hacen sombra sus compañeros de posición del equipo a la muestra en juegos como en éste en Costa Rica.
Sería bueno reconsiderar que en las dos ediciones anteriores con participación de Tigres en éste torneo, nos costaron bastante en la fase de eliminación, Seattle nos sacó en EUA, Salt Lake estuvo a un penal de echarnos fuera y la final la cerramos de visita, lo mejor es tratar de sacar los 12 puntos posibles en grupos para cerrar las fases en San Nicolás y tratar de minimizar la osadía de llegar al sueño de todos, el mundial, al que la hinchada de Tigres quiere y luchará junto al equipo por conseguirlo.
